Ingeniería inspirada en la naturaleza: el camino de descubrimiento de Danna Valentina

El camino de Danna Valentina Sánchez Hernández para convertirse en investigadora comenzó mucho antes de llegar a NJIT. Al crecer en Colombia, desarrolló una fascinación temprana por la ciencia al asistir a conferencias médicas junto a sus padres —ambos médicos— y al aprender sobre ensayos clínicos e investigación biológica. Sin embargo, su pasión por la ingeniería biomédica no se consolidó hasta que se inscribió en cursos de doble matrícula en la Universidad CES.
“Fue una revelación descubrir una disciplina donde la innovación mejora directamente nuestro conocimiento en biología”, dijo Sánchez Hernández, quien se graduó del bachillerato con tan solo 16 años gracias a ese programa. “Graduarme con doble matrícula en la Universidad CES me enseñó que la motivación y la disciplina no tienen límite de edad”.
Animada por sus padres a apuntar alto y perseguir sus sueños sin restricciones, puso su mirada en los Estados Unidos. “Estudiar en EE. UU., específicamente en NJIT, fue una decisión intencional”, comentó. “El programa de ingeniería biomédica acreditado por ABET de NJIT destacó por su excelencia académica y su enfoque práctico”.
Adaptarse a la vida en el extranjero no fue fácil. Se enfrentó a diferencias en el estilo educativo, la cultura y el idioma —y en ocasiones dudó de sus capacidades. Pero abordó los desafíos de frente. “En lugar de dejar que esta diferencia me limitara, aproveché la oportunidad estudiando una especialización secundaria en negocios para seguir creciendo personalmente. Luego me desafié aún más al postularme al programa conjunto de licenciatura y doctorado (B.S./Ph.D.) de NJIT”, explicó.
El programa de ingeniería biomédica de NJIT destacó por su excelencia académica y su compromiso con la experiencia práctica.
Superar la barrera del idioma fue otro reto importante. “Hablar un idioma distinto cada día con mis compañeros a veces me hacía dudar de mí misma”, recordó. “Pero siempre busqué los recursos que ofrecía la universidad, como tutorías y mentoría”.
Esa determinación ha alimentado su éxito tanto en el laboratorio como fuera de el. En NJIT, Sánchez Hernández llevó a cabo una serie de estudios avanzados de biomecánica en el Laboratorio de Locomoción en Fluidos de la profesora Brooke Flammang. Cada proyecto fue un paso adelante, permitiéndole profundizar su experiencia y dominar herramientas como dinámica de fluidos computacional, aprendizaje automático, análisis estadístico... incluso pesca de tiburones.
Su investigación se ha centrado en cómo los animales interactúan con su entorno —desde la capacidad de succión de las rémoras hasta la hidrodinámica de los tiburones puntanegra— aplicando ingeniería a la naturaleza con el objetivo de desarrollar mejores tecnologías biomédicas y de conservación. “La profesora Flammang me permitió aplicar la dinámica de fluidos en el movimiento y locomoción animal, ¡y ha sido increíble!”, dijo. “Brooke me dejó llevar mis habilidades de ingeniería a un campo que se acomodaban a mis raíces y a mi curiosidad”.
Presentar su investigación en escenarios nacionales también fue transformador. En importantes conferencias, se dio cuenta del valor de su presencia. “Era una mujer joven, hispanohablante del hemisferio sur, y en ese espacio fui consciente de que no había muchas otras como yo. Fue impactante al principio, pero también profundamente empoderador”.
Ganadora de la prestigiosa Beca Goldwater, Sánchez Hernández ve sus logros como un testimonio de perseverancia y representación: seguir una carrera en investigación a través de la educación en EE. UU. no es solo un sueño, es realmente posible.
Me dio un renovado sentido de propósito y la confianza de que pertenezco al mundo de la investigación.
Este verano, Sánchez Hernández está ampliando su campo de investigación más allá del laboratorio. Trabaja con la Universidad Estatal de Utah y con el apoyo de la Oficina de Administración de Tierras (Bureau of Land Management), realizando estudios de conservación de vida silvestre en uno de los parques nacionales de Utah. Su enfoque es rastrear los movimientos y patrones de hábitat de aves como el urogallo de las artemisas y los pájaros cantores en ecosistemas de artemisa y estepa —una experiencia que fusiona su formación en ingeniería con el estudio ecológico aplicado.
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“Tuve la oportunidad de aplicar mis conocimientos en tecnología de sensores, análisis de datos y diseño de sistemas biológicos a la investigación en conservación de vida silvestre”, señaló. Su equipo utiliza una combinación de radio telemetría VHF, rastreo por GPS y perros detectores para monitorear especies como el urogallo de las artemisas —el más grande de América del Norte, actualmente amenazado por la fragmentación del hábitat y los cambios en el uso de la tierra.
“Esta experiencia me ha brindado una base práctica para mejorar la precisión del rastreo, optimizar la recolección de datos en entornos remotos y ofrecer información útil para la gestión de hábitats, planificación de conservación y comprensión del impacto de las actividades humanas en estas aves”.
Al adaptar herramientas originalmente diseñadas para la salud humana y el monitoreo del movimiento, Sánchez Hernández está ayudando a comprender mejor cómo los animales sobreviven y se mueven en entornos dinámicos impactados por los humanos.
Mientras avanza en el programa de doble titulación de NJIT, sus objetivos siguen siendo profundamente interdisciplinarios, impulsados por su curiosidad sobre cómo los animales interactúan con su entorno. Esta disciplina le permite unir la ingeniería y la biología, dejando que los descubrimientos biológicos inspiren nuevas soluciones de ingeniería.
A los estudiantes que siguen sus pasos —especialmente los internacionales— les ofrece este consejo: “Esto es posible. Pero el primer día, la primera semana, el primer mes será difícil. No dejes que los momentos duros te hagan dudar de tus sueños. Sigue adelante, incluso cuando parezca difícil; tus metas valen la pena”.
“Me mantengo firme conectándome con todas las partes de mi historia: mi pasado, mis raíces, la historia de mi familia”, dijo. “Y me mantengo motivada mirando hacia adelante: veo dónde estoy ahora y a dónde quiero llegar”.